Senderismo en Castañar de Ibor. Villuercas
Ruta Chorrera y Castaños de Calabazas.
Muchos son los ingredientes que intervienen en esta ruta. Casi todos de fuerte atractivo para mentes mundanas y también para especialistas, estudiosos o investigadores. Todos van a encontrar satisfacción en un recorrido apto para todos los públicos.
Los Castaños de Calabazas están declarados como Árboles Singulares de Extremadura. Algunos tienen mas de quinientos años y otros cuantos pueden presentar la estampa de centurias a sus espaldas. Además nos llamara la atención la chorrera de Calabazas; un imponente salto de agua, que según temporada presenta distintos atractivos, siempre en un marco incomparable.
Pero esta ruta aporta mucho mas a nuestro haber, nuestra cultura saldrá reforzada por los muchos valores culturales y medioambientales que iremos conociendo; muchos desconocidos por el gran público y todos, muestra de los mejores ecosistemas de Extremadura. Tan diversos y apreciados como originales.
El itinerario que proponemos es de ida y vuelta, pero los mas aventureros y andarines pueden continuar girando el monte hasta volver por el otro lado de la montaña.
En principio partimos desde la plaza por el barrio viejo y buscando el camino de las Pasaeras.
Cuando quedan atrás las últimas casas, empieza la zona de huertos y olivares; un corto trecho que va a acabar en el Arroyo del Castañar.
Normalmente tiene poco caudal, aunque mantiene el tipo casi todo el año, por lo que será fácil pasarlo por una u otra parte. En sus inmediaciones ya podemos ver los restos de lo que debió ser un ejemplar de muchos años, tumbado parte del tronco, casi no podemos hacernos la idea de como fue. También hay una canalización de superficie que lleva el agua a los muchos huertos que hay a lo largo de su curso.
A partir de aquí comienza la ascensión; un kilómetro y medio escaso de cuesta constante que se realiza sin demasiado esfuerzo, ya que los desniveles no son pronunciados.
A nuestra izquierda las casqueras de Fuente Blanca y a la derecha queda el Camorro de Castañar, que como su nombre indica está lleno de castaños. La mayor parte destinados a la transformación en vigas de madera, aunque poco a poco van ganando espacios los bosques para castañas, ya que la excelencia de su producción hace que sea mucho mas rentable.
Estos últimos presentan el porte típico de árbol común: un solo tallo y copa redondeada, crece en terreno adehesado y permite el pastoreo.
El castaño dedicado a madera presenta varios troncos desde su misma raiz; crecen tiesos como velas, ofreciendo maderas flexibles y duraderas.
Según las zonas, disponen de una tierra propicia para cualquier semilla que le caiga y un régimen de lluvia mas que aceptable.
Paramos mas de dos veces para mirar atrás, coger aire y mirar detenidamente las dos laderas que cada vez sentimos mas cerca. Enseguida llegamos al collado del Postuero. Es un mirador natural ideal para contemplar los riscos del Camorro, los ríos de piedra, antiguas majadas de cabras y las últimas explotaciones agrícolas que veremos.
Toca ir bajando lentamente, en tramos casi llanos, sobre todo al principio, nos introducimos en un robledal de encanto. Primero formando rebollares, finos ejemplares que crecen muy juntos, y luego otros de mayor tamaño, con muchos mas espacio entre sí.
Las flores silvestres y la compañía del arrroyo nos llevarán en volandas hasta la zona de los grandes árboles con la esperanza de divisar algún animal de los muchos que corren estos montes: ciervos, muflones, corzos mas difícil y las huellas seguras de hociqueo del javalí.
El conjunto declarado como Árboles Singulares de Extremadura comprende un soto de 17 ejemplares de castaño, Castanea sativa Milar, junto a un ejemplar de Quejigo. El mayor de todos tiene una copa de 17 metros y un tronco que supera los 8. Tienes que verlos muy de cerca o con alguien que te sirva de referencia para apreciar la magnitud de los castaños.
La visión que tengas de los mismos va a variar sustancialmente por la época del año que los visites. En invierno, cuando mas muerto está es cuando mas cosas dice; sus ramas saludan nuestro paso, su corteza sonríe con nuestra atención. Bien distinto de la primavera y la hoja nueva o el colorido otoñal. Casi todos están a lo largo del arrollo, pero el ejemplar de mayor tamaño crece en una pedrera, a pocos metros del curso.
A partir de aquí empieza otra ruta bien distinta, vamos a la Chorrera y todo va a transcurrir de manera bien distinta. Para empezar, notamos mas cerca la tierra. Estamos pasando por el fondo de un desfiladero y la presión de las rocas aumenta con la que ejerce el monte. La vereda se cierra entre entre encinas, jaras y brezos; queda lo justo para pasar en fila india.
A las encinas se les va a añadir algunas especies arbóreas igualmente originales. Los enebros llaman nuestra atención; son raros los ejemplares que puedes ver por estas latitudes.
Normalmente están reducidos a las cercanías o entre las rachas de los riscos de cuarcita, en las cumbres. Sin embargo, a medida que avanzamos se van haciendo mas numerosos y esbeltos. Llegamos a ver algunos de tres o cuatro metros.
A la lista se añade el Loro, Prunus Lusitanica, un raro superviviente de la era de los dinosaurios y que son casi exclusivos de la comarca de las Villuercas.
Hay muchos árboles de mediano tamaño y otros muchos que nacen a la vera del arroyo, que poco a poco empieza a tomar cierto caudal. Seguimos avanzando por la estrecha vereda y pasamos lugares donde el nivel de la pedrera supera nuestra altura y tenemos que sortear algunas ramas que obstaculizan nuestro caminar.
Hay que descender unos metros para contemplar el salto desde abajo y recrearnos en la variedad cromática de toda la roca, donde los verdes y rojos mezclan sus tonalidades para recrear sugerentes formas.
La chorrera rompe la línea de riscos de cuarcita en una pretura de bellísima fractura. De nuevo la piedra y el agua recrean parajes que parecen de otro planeta.
Si subimos un poco veremos el conjunto que forman estos y la manta vegetal que asoma donde la roca le da un resquicio de tierra donde echar raices. Hay alguna cueva y abrigos muy interesantes, con manchas en algunas paredes que lo entendidos descifrarán.